La vieja estación de tren se convirtió en un punto privilegiado para ver el sol caer y disfrutar de distintas delicias caseras, un buen té, chocolate o café bien calientes.
Por el éxito de convocatoria que viene teniendo, se definió abrirla durante el fin de semana largo para disfrutar de un cierre de jornada a puro campo.
Los visitantes podrán sentarse en el andén de una estación de antaño, disfrutar del aire campestre y de una experiencia relajadora. Todo estará acompañado por algo de música, algunas historias, té, café y tortas artesanales.
La estación de Juancho formó parte del viejo Ferrocarril del Sud y llegó a ser la última parada antes de llegar a la costa. Desde ese sitio se viajaba hacia los balnearios de Villa Gesell, Cariló, Ostende, Valeria del Mar y Pinamar.
La estructura es la original y el visitar el sitio se transforma en un viaje en el tiempo, en donde la tecnología no existía y todo era prácticamente manual o mecánico.