Otra nota destaca los valores culturales y turísticos de Madariaga

  • 04.09.2019
  • Turismo

Otra nota destaca los valores culturales y turísticos de Madariaga
Fue publicada por el portal PintaMagazine de La Plata. Es el resultado del Fam Tour realizado el fin de semana. Accedé a la crónica.

Silvina Baldino es escritora, amante de la comida y de viajar. Como integrante de pintamagazine.com pudo cumplir ese objetivo al llegar a Madariaga el pasado fin de semana para disfrutar el Fam Tour para prensa que organizaron desde la Subsecretaría de Turismo de la Provincia y la Dirección de Turismo local.

 

Muñida de una cámara profesional pudo retratar los mejores momentos del viaje por nuestro pago y que la sorprendieron por su riqueza cultural, tradicional y turística.

 

La nota publicada por pintamagazine.com

 

Por Silvina Baldino

 

Un poco más de 3 horas en auto nos demanda llegar a la ciudad conocida como el “Pago gaucho”. En General Madariaga -a 25 km de Pinamar- todavía se conservan las tradiciones de antaño. Lugareños que pregonan el folklore a través del canto y la danza, quinchos con asados y empanadas, artesanos, pilchas gauchas. Estuvimos el fin de semana en los pagos de Argentino Luna, y descubrimos un pueblo marcado a fuego por las tradiciones del hombre de campo.

 

· Un recorrido por el Casco Histórico

 

Cualquier visitante que llega a conocer una ciudad debe saber que hay paradas ineludibles que hablan de la historia del lugar. El patrimonio de Madariaga refleja una identidad, y ciertas construcciones la remontan a los primeros años de la ciudad. El primer stop lo hicimos en la Estación de tren, con una pintoresca edificación que data de 1907 (con la llegada del primer tren) cuya arquitectura inglesa fue declarada Monumento Histórico y Patrimonio de la Cultura e Historia Madariaguense. Allí hoy funciona la Dirección de Turismo local, punto de encuentro que mantuvimos con el intendente Esteban Santoro para que nos cuente un poco de la ciudad.

 

En el área de la estación podemos apreciar los viejos galpones, un taque de agua de base circular ladrillera con arcos en relieve, y un monumento sonoro en honor al espacio que desde 2008 no funciona más: el Carrillón de Rieles. Hoy esta vieja estación se ha convertido en un punto de reunión de familias que producen excedentes y arman una feria para comercializarlos en el marco del proyecto Pro Huerta. En el Mercado de la Estación encontramos verduras de la huerta (el Municipio realiza una entrega de semillas en forma periódica), dulces caseros, pastelitos, chocolates artesanales, licores, miel, tejido e hilados artesanales, cultivo de suculentas. El proyecto, que se inició hace pocos meses, tiene como objetivo fortalecer los arraigos productivos de las familias y generar un espacio de acercar a los consumidores y productores.

 

El recorrido por el casco histórico de Madariaga incluye la calle Avellaneda, donde se instalaron los primeros negocios y lugares de esparcimiento social. A través de esta arteria, que continúa siendo la calle céntrica de la ciudad, se pueden observar construcciones que nos remontan a principios del siglo XX. Siguiendo el camino se llega a la Plaza Madariaga, y allí el edificio municipal. Una de las particularidades de este pago es que la Iglesia de la ciudad y la Municipalidad no se encuentran alrededor de la misma plaza principal. Esto tienen que ver con el origen de la ciudad, con la puja de tierras del pueblo. El Templo Parroquial Sagrado Corazón de Jesús se ubica alrededor de la antigua Plaza Tuyú, hoy Plaza San Martín y data de 1909. Para finalizar este recorrido, una buena propuesta es llegar al Parque Juan Anchorena, un oasis verde con palmeras introducidas por el paisajista francés Carlos Thays.

· Emprendedores gastronómicos

 

Conocer las pequeñas empresas locales, aprender acerca de los procesos de elaboración y saborear los productos fue parte de nuestro fam tour en el marco del proyecto municipal Sabores de mi Pago. En una casona que conserva la fachada original de principios de siglo XX, donde ha funcionado el Telégrafo, la Oficina de Correo y el Registro Civil de Madariaga, se abre paso una de las cervecerías artesanal más importante de la región: Dillon. “Mi abuelo materno era irlandés y tenía el apellido Dillon, y me gustó para ponerle a una cerveza”, cuenta el brewmaster Mariano Costas, quien junto a Juan Ignacio Granados lograron crear esta fábrica de cerveza artesanal con una producción mensual de 30 mil litros.

 

Cervecería Dillon comenzó a funcionar en 2016 elaborando cuatro variedades de cervezas: rubia, roja, negra e IPA. Hoy, se fabrican unas 10 variedades, 6 de ellas rotativas. Quienes llegan a este lugar pueden disfrutar de una cerveza en la barra, o en cualquiera de las mesas dispuestas en un gran salón. También, la recarga de porrones.

 

Costas nos invitó a conocer el espacio de trabajo y, entre barriles y enormes tanques fermentadores de acero inoxidable, nos hizo una demostración del proceso de elaboración. Más tarde, nos zambullimos en la degustación de estilos con un maridaje perfecto: chacinados artesanales Bravo, otro emprendimiento de Madariaga con una linea de productos basados en recetas propias, con especias frescas y respetando la pureza de sus productos. Para hacerse de unos productos de este emprendimiento familiar, hay que acercarse a un pequeño local. En “Lo de Bravo” los chacinados reposan colgados. También hay fiambres y embutidos: jamón crudo, morcillas al verdeo, queso de cerdo, leber, matambrito, bondiola. Todo para un festín muy sabroso con el típico sabor de campo.

· La riqueza cultural en los museos

 

En una casa de principios siglo XX, se refleja la historia lugareña a través de sus primeros pobladores, sus comercios, sus actividades rurales y sociales, y la figura del gaucho: el Museo Histórico del Tuyú. En el lugar hay siete salas de exposición y una especialmente dedicada al cantor madariaguense Argentino Luna. Además de jardín y patio interno, el museo posee archivo y biblioteca sobre el material histórico de la ciudad, que el visitante puede consultar. Durante nuestra visita, nos topamos con el soguero Joaquín Labala, quien recientemente obtuvo el Premio al Mejor Cuchillo tejido en la Exposición Rural 2019. El artesano nos brindó detalles de cómo desarrolla el tejido en una pieza, como lo puede ser el cabo de un cuchillo.

Otro de las joyas de Madariaga es el Museo del Tuyú Mapu, dedicado a la paleonología. Su muestra nos permite realizar un viaje en el tiempo, iniciando el recorrido en los orígenes de la Tierra y la Evolución del Hombre, pasando luego a nuestros Pueblos originarios para terminar descubriendo la principal atracción del museo: los “gigantes” de la fauna pampeana (fósiles de Gliptodonte, Scelidoterio, Megaterio, Smilodon, entre otros).

· Un pueblo con artesanos

 

La artesanía en Madariaga está muy arraigada a las tradiciones de los paisanos y a nuestra cultura. El oficio de los artesanos se va transmitiendo de generación en generación y en sus obras se reflejan esas cosas que nos hacen únicos: la herencia criolla, el campo y el folklore de nuestra tierra. En la Escuela Municipal de Bellas Artes Divisadero se brindan más de 20 talleres, entre los que se encuentran canto, danzas folklóricas, cerámica, corte y confección, dibujo y pintura, guitarra, inglés, percusión, soguería, tallado en madera, tango, teatro y telar. De recorrida por el lugar descubrimos que este espacio constituye un referente importante en la formación artístico-cultural del pueblo.

El trabajo de los artesanos otorga una fuerte identidad a los madariaguenses. El Mojón, es uno de los lugares donde el visitante puede disfrutar de las artesanías realizadas en plata. Allí nos recibe el orfebre Hugo Gassioles, quien ya forma parte del patrimonio cultural local. De visita por su taller de platería pudimos observar creaciones criollas como cuchillos, rastras, estribos, bozalejos y lapiceras. Entre las vitrinas donde se exhibenlos objetos de plata, Gassioles nos cuenta cómo se elabora una pieza desde el momento cero.

La recorrida por general Madariaga nos llevó a conocer a María, la única mujer herrera de la Provincia de Buenos Aires. Su labor artesanal la lleva a cabo en el fondo de su casa, el Taller Metalúrgico Piazzo. Con todo su potencial, ella es ejemplo de perseverancia y trabajo. Heredó este oficio de su abuelo, hace unos 20 años. Su primer trabajo fue un freno (para caballo). En su taller pudimos apreciar sus manos curtidas por el roce continuo del frío metal más el calor cercano del fuego. Además, nos mostró algunas de sus últimas creaciones: estribos, frenos, tramperas para los animales que habitan la zona de la laguna, como las nutrias. María tiene 71 años y actualmente le está enseñando el oficio a su nieto Marcos de 15 años.

· Sabores madaraguienses

 

El paso por Madariaga merece conocer los sabores del lugar. Un espacio que hay que visitar es el bodegón Los Ruau, una casona donde pasó su adolescencia Argentino Luna. Aquí, Cecilia y Michi reciben a los visitantes para disfrutar de los sabores caseros con platos a muy buen precio. Hay variedad de carnes y pollo a la parrilla, pastas rellenas, las clásicas empanadas de carne, y diferentes platos del día según la estación. Si quieren probara algo dulce, no hay que dejar de pedir el increíble Cheese Cake o los famosos panqueques de manzana caramelizadas.

En las afueras de la ciudad, sobre un enorme espejo de agua se encuentra el Club de Pescadores Laguna Salada Grande. Allí, un restaurante con vista a la laguna invita a disfrutar de una buena carne al asador con comidas tradicionales como pastas o empanadas. La noche del sábado pudimos degustar un saboroso costillar acompañado por un espectáculo de música y danzas folklóricas. Se presentó el grupo Jirón Gaucho, en donde se danzó una huella, una zamba y un carnavalito. Luego La Gauchada interpretó canciones populares e invitó a bailar a los asistentes. Hubo presencia de autoridades municipales y de representantes de la Fiesta Nacional del Gaucho.

Para cerrar el recorrido, almorzamos en Las Mil Copas, una vinoteca convertida en restaurante que tienen la particularidad de ocupar una construcción tradicional de Madariaga: la antigua Casa Cosme, un negocio emblemático de principios de siglo XX. Allí nos recibe Martín Colombo, quien llegó a Madariaga hace 10 años a instalar la primer vinoteca de la ciudad. En Las Mil Copas no hay carta fija, sino que los platos se elaboran según los productos que haya en el mercado. Durante nuestra visita, las opciones eran dos: Pejerrey papillote con unas hojas verdes y cherrys salteados al vino blanco; y Entraña con papines salteados al romero en aceite de oliva. Nosotros optamos por degustar los sabores de la laguna y no nos equivocamos con el plato de pejerrey de lomo negro, un ejemplar único en la zona. Para cerrar la velada endulzamos el paladar con un mousse de chocolate, sencillamente increíble.

 

Sr Bandurria: para quienes buscan un lugar de encuentro y degustar una cerveza artesanal por la noche. No dejar de probar la Porter (negra con chocolate y avena) y la cerveza de trigo con jengibre y naranja.

 

Lagunas: Salada Grande y Los Horcones son ideales para los amantes de la pesca de pejerrey, pero también para quienes disfrutan d ela naturaleza, del avistaje de aves, de los deportes náuticos.

 

Campo:en el Puesto La Invernada se puede disfrutar de un día de campo. Cabalgatas, caminatas, sendero interpretativo de flora y fauna, relato histórico, comidas típicas, juegos tradicionales, artesanos. Es el atiguo puesto de la Estancia Juancho Viejo, que fuese propiedad de Felicitas Guerrero.

 

Parajes rurales: Juancho y Macedo son una parada obligada para vivenciar la cultura rural.

 

¿Dónde dormir?: el Hotel San Carlos ofrece el mejor alojamiento de General Madariaga con habitaciones sencillas pero con una linda decoración en tonos pastel. Cada una de ellas están equipadas con baño privado, TV por cable y servicio de wi fi. Todos los días se sirve un desayuno bufé completo, que incluye jugos naturales, yogur, croissants, tortas caseras, tostadas y dulces.


 
  
  


Mapa Rural

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