En el día de la tradición, pero de 1996, el madariaguense escoltado por la policía de la ciudad de New York, terminó su travesía en el Central Park, con los caballos Nahuel y Lucero, que, pese a esta aventura de tres años y medio, estaban fuertes y sanos.
El vecino selló el fin de la travesía desplegando una bandera argentina junto al monumento al general San Martín en la esquina de la sexta Avenida y calle 59, y en San Patricio fue bendecido por el obispo.
A su lado, estaba Héctor Dahur, su compañero de ruta que tuvo que terminar súbitamente el viaje en la frontera con México cuando las autoridades sanitarias norteamericanas le negaron la entrada a sus dos caballos, Argentino y Pampero, por estar enfermos de piroplasmosis.
Ambos jinetes habían partido el 23 de mayo de 1993 desde nuestra ciudad.